jueves, 15 de octubre de 2009

Entre luces y apagones...

Desde esta mínima e individual trinchera,
reitero mi apoyo a la gente del Sindicato Mexicano de Electricistas
y a toda la clase trabajadora de este país, a ver si despertamos al fin...


Para Lauro, mi caidal perdido en estos tiempos interesantes...
pinche piedra maldita...

Mi parajodez es magnánima. Hoy, justo hoy, sentí el llamado de la trash food, y lo atendí, así que fui a comer al burger king de Reforma y la Diana. Es como la cuarta o quinta vez que entro en un lugar de esos. Y hoy me sentí muy mal, porque mientras llenaba de trigliceridos mi cuerpo pude contemplar como se juntaba ahí la vanguardia para la marcha de SME. Me entristecí y me sentí tan estúpida, yo, ahí engordando mi estómago con los engañosos productos yankis, mientras que mi ciudad, mi país se está retorciendo desde los cimientos...


Por un momento, al ver a las personas ahí congregándose, me sentí en tiempos interesantes, y recordé a Lauro.


Cuando éramos adolescentes y apenas larvas sin sentido, sin saber qué haríamos ni cómo haríamos ni para qué lo haríamos, Lauro y yo compartíamos amistad, lecturas y charlas intensas. Alguna vez, me dijo que había leído no sé dónde, que lo que hacía al poeta era "vivir en tiempos interesantes", filosofadas más o filosofadas menos, la conclusión a la que llegamos era que había un tanto de falacia en esa frase, sí, el poeta se hace de tiempos interesantes, pero es él mismo quien hace los tiempos interesantes, quien debe engrandecer su mirada para ser capaz de capturar lo importante en cada época..., lo cual además, en este momento se hace por sí mismo: nuestro país está cambiando, están pasando cosas terribles, y parece como si nadie se diera cuenta, com si a nadie le importara...


Lauro se perdió, ahora deambula por las calles de Toluca, buscando quizá las maravillosas neuronas que quemó en sus naves, porque lo sé, eran maravillosas; la ardilla sí le giraba, caidal, eras tan brillante, no sé cómo fuiste a perderte, no sé cómo puedes perderte de esto que esperábamos con ansia que sucediera.

Pero dejando a Lauro en su extravío... lo cierto es que ver la marcha de ayer, sí exalta mi ánimo patriótico (lo cual es díficil que suceda, soy muy descreída de casi todo), me pone a pensar que siempre la hemos cagado, que si nuestro país está así es porque no sabemos conducirlo ni exigir ni actuar, preferimos el conformismo estúpido de ver por las ventanas como pasa la multitud. A veces escribo cosas como bien saben. Este texto tiene un rato, y ahora, se presta a la ocasión, yo lo ofrendo, como lo poco que tengo que ofrendar a la lucha de los obreros en este país... porque lo cierto, es que yo creo que dentro de poco, esto va a arder...


Soy terrorista

Con admiración para la gente de San Salvador Atenco...
y ahora también para la gente del SME


Me preocupa un detalle,
han comenzado a decirlo,
han comenzado a creerlo,
se han atrevido a echármelo en cara
y no puedo negarlo,
mis acciones me acusan, tienen pruebas,
sí,
soy terrorista

soy terrorista porque desde que tengo tres años trabajo sin descanso
porque he visto cómo mi familia se levanta una y otra vez desde la necesidad
soy terrorista porque aun cuando me gusta estudiar, los maestros siempre me han dicho que lo hago mal
porque todas las veces preguntó por qué
porque leo cosas extrañas y en mi pensamiento crecen Las flores del mal

soy terrorista porque me aburro si voy a misa
porque me parece ridículo el disfraz del papa
porque le rindo culto a Francisco de Asís, a Guadalupe y a Teresa
porque creo que Quetzálcoatl volverá
porque Ghanesa me ha instruido en la poesía
porque el tantra me parece una excelente idea

soy terrorista porque me resisto pacíficamente como Gandhi
porque me apasiona la rabia de Malcom X
porque algunas veces escucho el beat de mi corazón que me hace beatífica
porque aún lloró ante las imágenes de Hiroshima
porque me cae rebien Evo Morales
porque George Bush es la verdadera encarnación del Tercer Reich

soy terrorista porque me río de esos de traje y corbata que salen en la tele y me dicen que la economía va cada vez mejor
porque no entiendo de la bolsa ni de impuestos y no los pago
porque quisiera tener un farol en la esquina que alumbre mis pasos y agua para limpiarme
porque me gustaría la certeza de qué voy a comer mañana
porque quisiera poder comprarme una casa y tener un trabajo que me dejé vivir como ser humano

soy terrorista porque me aferró a muy pocos afectos
porque algunas tardes decido ir con amigos y beberme algunos tragos hasta el amanecer
porque creo que mi derecho a fumar es inversamente proporcional al derecho a respirar de los no fumadores
porque exijo sean respetadas las marcas peatonales
porque me doy cuenta de que el mar está en agonía
porque quisiera ser primitiva para respirar una selva


soy terrorista porque me quedo pasmada ante las líneas de Egon Schiel
porque puedo escuchar detenida y obsesivamente God, save the Queen
porque noche tras noche rezo por escribir un buen poema
porque me doy cuenta de la vorágine desordenada en la que estoy inmersa
porque quisiera tocar una batería hasta destruirla

soy terrorista porque educo a mi hijo como un guerrero
porque no necesito tarjeta de crédito y no le debo nada a nadie
porque sólo poseo unos cuantos libros
porque busco y sigo buscando
porque busco a alguien a todos a nadie

soy terrorista porque me atrevo a quejarme
porque no estoy dispuesta a ser golpeada
porque sé que tengo la razón
porque sé cómo actuar
porque no me gusta la muerte pero a veces pienso en bombas

soy terrorista porque me gusta la caguama y el mezcal
porque puedo dejar que cada quien se drogue con lo que más le convenga
porque no me gusta imponer soluciones a las vidas ajenas
porque deseo hacer un documental a lo Michel Moore
porque no quiero estar en ningún grupo

soy terrorista porque me choca el tinte del cabello
porque algunas veces puedo decirle a alguien que me gusta
porque en las madrugadas me da insomnio pensando en la solución para este mundo
porque quiero que mi hijo abra tan grandes ojos que nadie pueda engañarlo
porque estoy harta de esta mierda

soy terrorista porque me acusan y hace tiempo que el Big Brother me persigue
porque espero que vengan por mí

soy terrorista porque soy

es decir
debo aceptarlo
si eso dicen

seguro lo soy




Estoy convencida de que de un tiempo a la fecha, terrorista es cualquiera que contravenga las decisiones y los deseos de los poderosos. Es un mal poema, pero está escrito como siempre, con harta enjundia y jiribilla.

Puede ser que Luz y Fuerza ya no funcionase como debía, pero no son las formas. Lo que es claro para mí, es que de aquí pal real, nos irán despojando de a poco de lo poco que aún tenemos... la privatización es la consigna del gobierno federal, es lo que han buscado durante años y como al fin se cansaron de pedirlo por las buenas (porque los acreedores ya demandan sus cuotas), lo harán por las malas. Poder no les falta, recursos tampoco, idiotez tienen de sobra... ¿y nosotros qué? ¿Nos quedaremos aquí sentados, chateando, tuiteando, pendejeando...? como el chinito mirando nomás...




viernes, 2 de octubre de 2009

Mi maestro de rebeldía

Con cariño infinito y periférico para Guillermo Fernández
Esta foto se la tomé prestada a Rodrigo Villaseñor de su blog* (gracias!),
espero no le disguste... porque no tengo más fotos de Guillermo


Cuando llega esta fecha nunca dejo de pensar en Guillermo Fernández, pienso: ¡Claro, qué mejor día que el 2 de octubre para festejar su cumpleaños! El texto que aparece a continuación, fue escrito hace unos meses, con pretexto de que según los compas de la revista Norte/Sur le harían un homenaje a nuestro maestro.

No sé si hicieron el homenaje y no sé si publicaron el texto porque ni siquiera tuvieron la cortesía de responder el mail que les envié..., estos literatos siempre amarrándose su calzón, bleh (con trompetilla pedorra).

He aquí, en este día de su 64** (?) cumpleaños (tengo 14 años de conocer a Guillermo y siempre cumple la misma cantidad de años), mi pequeño, rizado y cariñoso homenaje.

Guillermo Fernández es mi maestro de rebeldía, mi padre intelectual, y como tal, no pude haberlo conocido a mejor edad: a los 17.

Es por ello que Guillermo está presente en cada uno de mis días. Fue él quien me mostró que el mundo puede ser diferente y que debe estar plagado de poesía, porque es con ella como la vida puede reconstruirse a la medida, para rehacer el mundo y hacerle muecas burlonas (y señas obscenas) frente al espejo a la miserable realidad.

Fue él quien me enseñó a ver la vida con humor, y del ácido, del corrosivamente negro, porque sólo así puede soportarse lo que sea, incluidos los discursos de los diputados. Fue con él con quien hace años lloramos a solas con un tequila, por nuestras respectivas madres.

Fue él quien me enseñó a inventar mentiras de las grandes y risueñas, si no, pregunten a todos los que hemos creído aquello de “¡Ah, conocí a Jim Morrison en Estambul!”, o “Yo poseo una carta firmada por Buonarroti, en la que certifica que Toluca es la ciudad más bella del mundo”.

Fue él quien me enseñó el sabor del chocolate oaxaqueño, de la pasta italiana con mixiote o las visitas al Nevado, al alba, en la resaca del tequila. Aunque él no lo sepa, fue su mano sentenciosa la que me aferró a la vida...

Como dijo alguien que le dedicó su tesis, Guillermo es uno de los últimos hombres puros que existen, hombre de verdad; puro, con sarcasmo y con vitalidad enfebrecida; poeta aunque él diga otra cosa; niño a pesar de todas sus canas; más que mi maestro, debo decir, mi padre de rebeldía... mi viejo, para ti sendos besos aunque refunfuñes...
Y por supuesto, ¡2 de octubre, no se olvida! ¡es de lucha combativa! Salud...

Con cariño, de La China, osease yo.

*Si usted quiere conocer el blog de Rodrigo Villaseñor, pique el siguiente link:

http://dr-kant.xanga.com/

en el cual puede encontrar más datos sobre Guillermo Fernández en los siguientes post:

http://dr-kant.xanga.com/658645554/emilio-carballido-y-guillermo-fernández/

http://dr-kant.xanga.com/592121884/el-sueño-de-guillermo/

http://dr-kant.xanga.com/58738671/reencuentros-1/

Si usted quiere conocer a Guillermo Fernández, puede acudir a sus talleres: el de Traducción de Italiano o el Taller de Poesía Joel Piedra, que imparte los lunes y los viernes, respectivamente, en la Casa de Cultura de Toluca, Estado de México.

**Guillermo finalmente confesó: éste fue su 77 cumpleaños.

No importa que el recuerdo destroce mis entrañas... (2 de octubre, ¡no se olvida!)


No quiero que desaparezcan los organilleros
de esta ciudad, no quiero, no quiero, no.
Esta imagen es cortesía (cortesía gandallesca)
de
necrobuba en Photobucket,
agradezco su colaboración involuntaria.

Aunque parece un cliché gastado o un melodrama de otoño, recurrente en esta ciudad cada 2 de octubre, lo cierto es que si uno nace, vive, crece y cambia con esta ciudad, es difícil que luego de 41 años uno olvide esta fecha.

No hablo sólo del hecho histórico que marcó con sangre la Plaza de las Tres Culturas y el Conjunto Habitacional Tlatelolco, hablo de la marca indeleble que dejan las cicatrices, hablo de heridas tan profundas como inabarcable y compleja es la historia de nuestra ciudad.

En 1968 mi madre tenía 14 años, siempre ha sido rebelde (madre de ocelote pinto), pero a diferencia mía, la rebeldía le vino con la vida y sus madrazos.

En 1968, su madre —que en realidad era mi bisabuela—, agonizaba de cáncer cérvico uterino. Mi bisabuela era de un carácter rabioso, seco, violento y lacerante, carácter que fue minimizado por el cáncer, y la locura de los sesentas, pues mi bisabuela tenía una hija menos caradura que la que abandonó a mi madre recién parida, pero que igual le daba vuelo a la hilacha con el baterista de los Teen Tops (no estoy segura si era el baterista, pero sí que era de esta banda).

La tía-hermanastra era toda una cábula, la pasaba de fiesta en fiesta bajo advertencia a mi madre y saliendo por la ventana: “Donde digas algo, cuando regrese te parto la madre”. Así que la nena no decía nada, pero igual llegaba la bisa y pedía cuentas: “¿Dónde se largó tu hermana?”, y ante el silencio se hacían llover los cucharazos moleros... Así fue un par de años hasta que llegó el cáncer... las quimios... los ires y venires al doctor... la agonía...

A la tía-hermanastra siempre le valió una pura y dos con sal la agonía de la abuela, así que la nena se las veía sola en la casa y con un par de criadas para atender a la bisa-madre... fue así como se hizo de algunos amigos de la Escuela Nacional Preparatoria, pues en proporciones corporales, la nena siempre estuvo muy redondeada.

Fue así como mi madre conoció a una amiga (cuyo nombre ahora llevo yo), que le llevaba al menos unos tres o cuatro años y que le daba cuando menos apoyo moral. Fue así como mi madre, sin saber mucho de cuestiones políticas y militancias (les digo que tenía como 14 años), fue invitada al mitin de la Plaza de las Tres Culturas.

Todo estaba listo, la hora y el lugar de la cita convenidos, incluso, estaba convocado algún chavalo que pretendía a la nena... Todo estaba preparado, excepto por las quimios y los ataques de dolor que obligaron a la nena a quedarse en casa para procurar a la bisabuela...

Todo estuvo convenido, calculado para que por la tarde noche, la nena, que era de las pocas con televisor en la colonia, viera en imágenes la catástrofe de la que se salvó gracias al cáncer... Vio la confusión, las complejas noticias, que si si había pasado, que si no, que era mentira, que era falso que si los Juegos Olímpicos, que si el desconcierto y los dolores y las medicinas...
Varios días después, la nena logró localizar finalmente a su amiga, se enteró de cómo el novio tan querido de su amiga había desaparecido, supo también que no se sabía nada de su pretendiente... así fueron pasando los días, y los días, así fueron buscando y buscando para no volver a encontrar. Para ignorar por la eternidad, en dónde quedó aquel hombre tan amado, aquel novio tan cercano con el que incluso había planes de boda... Así fue como quedaron en el recuerdo, las notas de esta vieja canción, según la cual, cada que era escuchada por la amiga la hacía llorara de rabia y de tristeza, de incertidumbre.

En la actualidad, mi madre también llora cada que escucha esta canción, y cuenta y recuenta la historia, y piensa y piensa que habrá sido de aquel chico, del novio de su amiga... piensa que habría sucedido, si el cáncer no la hubiese retenido en la casa aquel día...

Amigo organillero

Compositor: Rafael Carrión
Intérprete: Javier Solís

Amigo organillero
arranca con tus notas pedazos de mi alma,
no importa que el recuerdo destroce mis entrañas
tú sigue toca y toca.

Como un puñal de luto está clavada en mi alma
aquella noche negra cuando en mis brazos
sus ojos se cerraron, sus labios muertos
ya nunca más me hablaron.

Quiero morir no tengo ya aquél amor tan puro y santo,
quiero seguir al más allá a la que quiero tanto.
En esta noche en que la muerte espero
sigue tocando amigo organillero.

Quiero morir, no tengo ya aquél amor tan puro y santo,
quiero seguir al más allá a la que quiero tanto.
En esta noche en que la muerte espero
sigue tocando amigo organillero
sigue tocando amigo organillero
amigo organillero.


Ahora, ¿por qué no olvidamos el 2 de octubre? Porque las cosas en este país, a pesar de los asesinatos y de los desaparecidos, a pesar de todas las voces que han intentado callar, a pesar de todos nuestros muertos, la situación en este país no ha cambiado mucho...

¿Por qué no olvidamos el 2 de octubre? Porque permitimos que siga sucediendo...

2 DE OCTUBRE, ¡NO SE OLVIDA! ¡ES DE LUCHA COMBATIVA!